miércoles, 31 de marzo de 2010

Feria Regional del Alimento 2010

BUENO, LIMPIO, JUSTO

Mucho se habla, a todo nivel, sobre los problemas que aquejan a las sociedades modernas. A veces, incluso, resulta redundante o excesivo. Sin embargo, son pocas las propuestas.
Hablar de lo bueno, lo limpio y lo justo, es hablar de una consigna que apunta a un contagio a todo nivel. Una consigna que une a todo el mundo, desde el agricultor hasta al estudiante, desde el chef hasta al empresario de turismo, desde activistas políticos hasta líderes comunitarios, desde amas de casa hasta todos los que integran la comunidad alimentaria que trabaja para combinar el placer de la comida con la responsabilidad.
La globalización y su modelo de comercio ha dejado con hambre a millones de personas, principalmente a quienes producen la comida: agricultores, pescadores y pequeños productores que pagan tributo a este sistema económico. La moda de la comida rápida nos hace olvidar los procesos y productos tradicionales de nuestra cultura culinaria, ultrajando todo lo que le ha dado valor trascendental: fomenta el uso de transgénicos, que no solamente agrede la naturaleza, también destruye la biodiversidad y los sistemas sustentables de producción alimentaria en nombre de la producción masiva de alimentos. Sin contar con la injusta imposición de condiciones de comercio.
Hoy por hoy, el revolucionario debe presentar nuevos valores y enfoques: el fomento del consumo local, el respeto a las tradiciones populares - incluidas las gastronómicas -, el cuidado y conservación de la biodiversidad, la protección de las variedades cultivables y silvestres, la recuperación de los métodos de cultivo y las materias primas tradicionales, entre otros. Guatemala es un país cuya sociedad, a través de los tiempos, ha concedido importancia prioritaria al acto mismo de comer, por lo que la nueva revolución plantea la creación de comunidades concientes, que produzcan el alimento con respeto hacia sí mismos y hacia la Madre Tierra, con respeto por la calidad y la labor humana.
Tres principios, entonces, componen esta filosofía:

BUENO: Alimentos frescos, suculentos y de temporada, que satisfacen nuestros sentidos y pertenecen a nuestra cultura.
LIMPIO: Técnicas de producción que no dañan el medio ambiente ni la salud de las personas.
JUSTO: Sentando bases de comercio justo, en el que tanto los precios para el consumidor como las ganancias para el productor sean dignos.




¿UNA FERIA PARA EL ALIMENTO?

Se trata de contagiar a todos y todas de esta forma de vida, que no es nueva aunque sí rescatable. Para lograr este propósito, una de las primeras acciones es la Feria del Alimento, un evento de dos días en el que se abarca todo lo relacionado con el tema alimentario y la biodiversidad, incentivando el consumo local de productos de calidad, así como la conciencia histórica, cultural y ambiental que nos ha formado como sociedad.
Resulta urgente hacer un contrapeso a la sub cultura del “fast food”, en la que el consumo de sus productos promueve igualmente los valores de las empresas que los producen, resultando en la pérdida del placer y la convivencia social de alimentos frescos y genuinos.



SEGUNDA FERIA REGIONAL DEL ALIMENTO


En la ciudad de Quetzaltenango, el próximo 1o y 2 de mayo, se celebrará, por segundo año consecutivo, la Feria Regional del Alimento, persiguiendo los siguientes objetivos:

* Facilitar medios para construir redes o comunidades del alimento
* Presentar alimentos de calidad elaborados responsablemente, tanto con relación a
las personas como a la Tierra y a quien la trabaja.

La primera edición del evento constituyó una apertura de oportunidades comerciales, tanto para el productor tradicional y el restaurantero, como para el público contaminado por el sistema “moderno” de consumo, convirtiéndose en uno de los primeros canales de comunicación entre estos tres sectores. Aunque a menor escala que el evento de este año, el poder de convocatoria fue bastante aceptable: se contó con decenas de ofertas de producto, y se estimó que alrededor de 500 personas se acercaron a recibirlas. Nuestras previsiones para el 2010 incluyen nuevas ofertas, para llegar a un público de 1500 personas. Pero esta tarea necesita la participación de todos.

Las actividades de la Segunda Feria Regional del Alimento se llevarán a cabo en distintas sedes:

Laboratorios del gusto:
Presentación de manjares preparados con ingredientes naturales, frescos, orgánicos y adquiridos de primera mano, mediante técnicas tradicionales de cocina, en el frontispicio del Palacio Municipal.

Conversatorios: Oportunidades de expresión, aprendizaje y discusión sobre temas alimentarios, en el Centro Cultural Augusto Monterroso.
Mercado: Sin necesidad de mayor descripción, productos frescos y precios justos, en el Parque Central.

Actividades culturales: Diversión y esparcimiento para toda la familia, durante las distintos eventos de índole pública.

Rueda de Negocios: Un almuerzo de convivencia para establecer contacto entre agricultores y empresarios del sector gastronómico y turístico de la región, como medio para establecer condiciones justas de comercio.

Objetivos


Construir una nueva dinámica económica cultural que dé prioridad al consumo sostenible de alimentos locales, limpios, buenos y justos, que conviertan a la región en una zona consiente y responsable con el medio ambiente.

Facilitar espacios de convivencia que involucren a todos los sectores relacionados con el tema del alimento. (agricultores, chefs, restauranteros, estudiantes de gastronomía y nutrición, activistas políticas, y las demás personas que se identifiquen)

Fortalecer la economía regional impulsando el consumo local.

Iniciar procesos de cambio de hábitos de producción, consumo y distribución de los alimentos.

Promover la creación de eventos y espacios libres de transgénicos y químicos.

Generar estrategias de sensibilización y concientización de la problemática del alimento.